Herramientas de magnetización y desmagnetización: así funciona
¿No lo conoce también? Desea apretar algo en un lugar al que es muy difícil llegar: los electricistas, por ejemplo, están muy familiarizados con este problema. A menudo se les pide que sujeten componentes dentro de una máquina sin ver directamente dónde se debe colocar un tornillo. En tales situaciones, las herramientas magnetizadas, por ejemplo, puede magnetizar y también desmagnetizar un destornillador, lo ayudarán enormemente. El magnetismo mantiene los tornillos firmemente sujetos a la herramienta y facilita su colocación sin tener que usar una segunda mano. Incluso si afloja un tornillo, el efecto magnético garantiza que no se pierda después de desenroscar.
Sin embargo, para los trabajos que debe realizar absolutamente libre de campos magnéticos, debe desmagnetizar sus herramientas antes de utilizarlas.
Con un magnetizador o desmagnetizador, puede preparar su equipo en función del campo de aplicación. Por eso, en ningún taller o maletín de herramientas debería faltar esta práctica herramienta para magnetizar y desmagnetizar.
La magnetización explicada de forma sencilla: ¿Cómo funciona un magnetizador?
La construcción de un magnetizador no es complicada en absoluto. La carcasa es compacta y consta de dos aberturas en las que hay que introducir la herramienta que se va a magnetizar o desmagnetizar. Una de las aberturas produce una carga positiva, mientras que la otra produce una carga negativa.
Pero, ¿qué significa exactamente la magnetización? El funcionamiento general de un magnetizador o desmagnetizador requiere dos imanes, que se caracterizan por las siguientes características:
- Están separados espacialmente entre sí.
- Se montan en la carcasa de forma que un íman permanente quede debajo de una abertura y otro debajo de la segunda abertura.
- Se alinean de modo que uno de los dos imanes con polarización positiva (+) quede orientado hacia una abertura y el otro con carga negativa (-) hacia la otra abertura de la carcasa.
- Así que se enfrentan con la misma polarización y, por tanto, se repelen.
Dependiendo de la abertura de la herramienta por la que la desplace, podrá imantarla y/o desimantarla.
Esto se hace fácilmente con la ayuda de nuestras sencillas instrucciones de imantación/desimantación.
Magnetizar y desmagnetizar: Desafiar la gravedad
En artesanía, a veces hay situaciones que pueden desesperarle: Hay que colocar un tornillo exactamente donde no se puede llegar ni con el atornillador inalámbrico ni con el destornillador. No tiene a mano una extensión adecuada para colocar y atornillar el tornillo correctamente.
El resultado: el tornillo seguirá cayendo al suelo, por lo que tendrá que recogerlo y volver a colocarlo en su sitio.
Un destornillador imantado ofrece un remedio. Debido a la atracción del imán, la herramienta y el tornillo prácticamente se encuentran.
El efecto físico hace que sea mucho más fácil fijar el tornillo sin tener que estar pendiente de que no se caiga. Incluso cuando vuelva a desenroscarlo, no tendrá que estar pendiente de que el tornillo caiga al suelo. En lugar de eso, la herramienta imantada lo sujeta automáticamente. También deberías imantar los portapuntas de los atornilladores y taladros inalámbricos que puedes equipar con diferentes insertos. Así evitarás que la broca se pierda una y otra vez.
¿Cuándo debo imantar y cuándo debo desimantar mi herramienta?
Hay trabajos que debe realizar en condiciones especiales. Por eso, antes de empezar a trabajar, debe tener siempre en cuenta si su herramienta puede tener propiedades magnéticas. Por ejemplo, si trabaja con componentes electrónicos, como una placa de circuitos de un sistema informático, asegúrese siempre de desmagnetizar la herramienta. Si la magnetiza, los componentes sensibles pueden verse afectados por fuertes efectos magnéticos y suelen sufrir daños irreparables. Con un desmagnetizador, puede evitar un desastre mayor.
Cree orden en su taller con herramientas imantadas
Una de las ventajas de imantar y desimantar no tiene tanto que ver con el bricolaje en sí como con la forma de guardar las herramientas. En un taller bien surtido, podrá encontrar sus herramientas en un abrir y cerrar de ojos y poner su proyecto directamente en marcha. Por ejemplo, coloque herramientas magnéticas individuales en la pared en forma de soportes magnéticos o tiras magnéticas y cree así la solución perfecta para almacenar su equipo de forma ordenada y sistemática. Todo lo que tiene que hacer es imantar herramientas como martillos y similares y colgarlas en la pared de forma ordenada. De este modo, no sólo quedará bien, sino que también creará orden en su taller.